Gijón: La ciudad de las esculturas
La Madre del Emigrante
Las obras
escultóricas emplazadas en espacios públicos en Gijón, comienzan a implantarse
en la última década del siglo XIX. En 1970 Jose Ramón Muriedas realiza un monumento para honrar a las madres de los emigrantes. La emigración a América fue un fenómeno muy extendido en la sociedad asturiana desde mediados del siglo XIX y durante la primera mitad del XX. La madre del
emigrante la podemos ver en la Avenida de
Rosario Acuña, en El Rinconín (Gijón). El lugar donde está instalada, es un
espacio simbólico de la relación de Gijón con el mar como fuente de riqueza y
actividad, puerta de salida en busca de prosperidad, y espacio íntimo donde
recordar a quienes se fueron.
El autor
intentó plasmar en ella a tantas asturianas y gijonesas que vieron como sus
hijos debían partir en busca de una vida mejor, cuando los medios de
comunicación no eran como ahora son y el ver partir a un hijo era casi como no
volverlo a ver. La inauguración oficial de la escultura fue el 18 de septiembre
de 1970, fue Ignacio Bertrand, alcalde por aquel entonces de Gijón, quien
descubrió a los gijoneses el Monumento a la Madre del emigrante. Hubo un
amplio y polémico debate ya que muchos gijoneses no entendieron su modernidad y
aquella dramática y desproporcionada figura en bronce ayudó para que
rápidamente fuera apodada como La Lloca del Rinconín.
De
niño iba a menudo con mis madres a visitar aquella estatua que se recorta
contra la brisa salada del Mar Cantábrico. Hace poco una señora me explicaba
con lágrimas en los ojos, cómo le emocionaba la visión de aquella madre que
alzaba su mano contra el viento, contra el horizonte a través del cuál su hijo
partia en busca de un futuro mejor, hay que ser madre para entender esa
pérdida, decía limpiándose las lágrimas.
Jose González
Cilúrnigo_Gigia | Ocio & Cultura
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